domingo, 4 de mayo de 2008

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1 comentario:

Manuel Garrido dijo...

"Me parece muy razonable la creencia celta de que las almas de aquellos que hemos perdido quedan cautivas en algún ser inferior, en un animal, un vegetal, una cosa inanimada, perdidos efectivamente para nosotros hasta el día, que para muchos nunca habrá de llegar, en que pasamos junto al árbol, que entramos en posesión del objeto que las aprisiona. Entonces se estremecen, nos llaman y, en cuanto las reconocemos, cesa el hechizo. Liberadas por nosotros, han vencido la muerte y vuelven a vivir entre nosotros."