domingo, 2 de marzo de 2008
La oposición ilustrada.
¿POR QUÉ lugar de Góngora pasó Sor Juana, para que Octavio Paz y Lezama Lima le hayan mostrado a sus sucesores el lado claro y el lado oscuro de una misma luna hermética? Desde sus libros, ellos parecen responder que siguen siendo "la oposición ilustrada". Y si acaso pensaran en la estética que vendrá como un terror o una amenaza, el hermetismo -les confirma Moreno-Durán- "constituye la mejor salvaguardia de las esencias con que es posible soportar el futuro".
Ahora bien, ¿oposición a qué? ¿E ilustrada por qué? ¿Por las ilustraciones que contiene esa literatura? ¿Sólo porque lleva a cuestas y asume a ultranza su propio Dibujo Antiguo, su Vaciado de la Forma?
El comienzo del barroco es ancestral. Vuelve y revuelve un mapa, el diagrama del árbol genealógico de una vieja familia. En esa fuente brotante, unos a otros se reconocen por su gesto, un tic, un rasgo último de la cara; un procedimiento.
En esa botánica que prolifera, ¿no será la literatura la que se siente una fruta madura y abúlica a la que nada le importa, salvo caer bien cómoda en el resto del texto, in tiesto, tiesa, terca y testaruda, como decir: estiércol?
Héctor Libertella
De Las sagradas escrituras, Bs. As., 1993.
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