lunes, 1 de diciembre de 2008

Médanos, Buratovich.



Necesité de una semana para caer y comenzar a bocetar una posible crónica de esta última ida a Médanos y Buratovich.Llegamos agotados y regresamos inconscientes casi, una semana en un pestañar, la intensidad que no se la siente en el momento, que anula el cansancio y nos hace seguir como entre sueños. No es la primera vez, simpre tratamos que sea relajado pero la energía del lugar nos desborda y vamos de acá para allá entre el viento caliente y la tierra arenosa viendo cómo el Vagón hermoso está a punto y Carolina se multiplica infinitamente para estar en La Casita también y convocar a Natividad, Juana, Sonia, Belinda, Teodora, Juliana y muchas otras mujeres del barrio La Primavera para juntarlas con Guilla para chusmear de puntos y agujas y tiempos que se traman y de golpe se vuelven mantas, osos polares, mezcla de experiencias distantes, muchas de las mujeres vienen de Bolivia y trabajan en el cultivo de cebolla, otras viven en Buenos Aires y rondan el diseño, el dibujo, el arte consciente, en este lugar tan cercano a la República antiplatónica que sugiere George Steiner se acercan y conviven.
Solo el domingo hicimos silencio, ya con Fernando entre nosotros conocimos la casa de la abuela de Pierino, jardín con Gualeguay bajo el cual comimos lo que Nacho asó, siesta y baño en el canal cercano a la ex vialidad nacional, de ahí algunos nos fuimos a Médanos, 70 km eternos hasta el querido barrio peronista donde ya conocemos cada rincón aun con la ausencia de luz.
En Médanos, el lunes al ataredecer presenciamos lo maravilloso, lo que viene y se va sin decir nada y uno se queda pasmado, sin entender qué fue eso que nos hizo guardar silencio, éxtasis¿?, Veri bailó aunque la idea de aparición es más precisa, tuvimos una aparición de Veri, a contraluz en la Sociedad italiana, entre cantos de pájaros y un ladrido final todo fue dorado, Presencias reales para seguir con la cita, seguimos entresueños aunque el whisky del final nos haya bajado a tierra y ahí estábamos todos, Lola, el porvenir, Fer, Francisco, Veri, Nacho, Patricia en el jardincito camarín intentando quedarnos para siempre ahí entre la luz de Veri y el cielo fotografiado por Francisco.
En medio de todo un taller de fotografía intensísimo, cantidad de imágenes y charlas, nuevos encuentros con gente que sospecho ya empieza a extrañarse y nos obliga a regresar, como todos estos años, desde el Centro Cultural Médanos ahora transformado en la Armonía que avanza como el Vagón hermoso vecino, experiencia conmovedora, así como hace años algunos aprendimos de Fernanda, Belleza y Felicidad para todos, al menos los que se animen.
Queremos agradecerles al Fondo Nacional de las Artes el gesto de confianza.

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