Überlingen, 1 de septiembre de 1969.
Septiembre con mirada serena
Vuelve a traer el mes de mayo.
A una flor hay que descubrirla, es preciso sumergirse en su secreto, como en otro tiempo me sumergí en la zinnia. Entonces la flor se vuelve más bella, y no sólo en la imaginación. El cultivo de esa flor va precedido de la mirada del amante, la cual es como el rayo de luz que atraviesa el cristal y despliega el espectro. No es que se cree una belleza escondida, sino que se la desvela. Para eso resulta imprescindible, dicho sea con toda modestia, el ojo: es "solar".
También las abejas descubrieron un día las flores y las conformaron de acuerdo a su amor.
Ernst Jünger, Pasados los setenta.
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2 comentarios:
La primera carta que Hofmann le envia a Junger:
Bottmingen, 29 March 1947
Dear Mr. Junger,
As one richly endowed by you for years, I wished to send a jar of honey to you for your birthday. But I did not have this pleasure, because my export license has been refused in Bern.
The gift was intended less as a greeting from a country in which milk and honey still flow, than as a reminiscence of the enchanting sentences in your book Auf den Marmorklippen (On the Marble Cliffs), where you speak of the "golden bees."
Qué bueno,
hoy encargué el libro que habla sobre drogas y vinos,
y me traje el último tomo de sus diarios, es un tipo para leer con atención.
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